Sonrisa gingival

La sonrisa gingival, también llamada sonrisa alta, se da cuando se ven las encías más grandes y visibles que los dientes. Por norma general cuando se enseñan más de 4 mm de encía, aunque la percepción es muy subjetiva a cada paciente y depende de las proporciones generales de su rostro.

El origen de la sonrisa gingival puede ser diverso: dentario, esquelético o muscular. La sonrisa gingival puede indicar también la existencia de otras patologías como un exceso vertical del maxilar superior que confiere al paciente una cara demasiado larga y poco armónica. Por ello su tratamiento en ocasiones debe requerir de una medicina interdisciplinar que incluya odontología, cirugía maxilofacial y medicina estética.

Se puede tratar evitando que los músculos elevadores del labio superior de la boca enseñen las encías de manera excesiva y poco estética; dicho tratamiento consiste en la aplicación de una pequeña cantidad de toxina botulínica (botox) en estos músculos a fin de bloquear su actividad logrando resultados excelentes. No requiere anestesia ya que la técnica es prácticamente indolora y no presenta efectos secundarios o adversos.